INDICE
1.-
INTRODUCCIÓN...................................................................................................1
2.- PARTE TEORICA..................................................................................................5
2.1 Conceptos,
objetivos y contenidos…………………………..….5
2.2
Teorías, enfoque o modelos……………………………………..14
2.2.1
Paradigma de ed. Ambiental…………………….14
2.2.2
Enfoque educativo-ambientalista……………….24
2.3
Metodología de intervención…………………………………...25
2.4 Programas
existentes…………………………………………....26
3.-PARTE PRÁCTICA...............................................................................................31
3.1
Descripción del contexto de intervención……………………...31
3.1.1
Contexto amplio…………………………………31
3.1.2
Contexto próximo………………………………..38
3.1.3
Contexto inmediato………………………………40
3.2
Programa de actividades que se han aplicado………………..….44
3.3
Diseño de evaluación……………………………………………52
3.3.1
Evaluación del diseño del programa……………..52
3.3.2
Evaluación de los resultados de los destinatarios.. 55
4.- DESARROLLO DE LA INTERVENCCION……..............................................58
4.1
Actuaciones……………………………………………………....58
4.2
Incidencias…………………………………………………….....59
4.3
Modificaciones………………………………………………..….61
4.4
Resultados de la evaluación…………………………………..….62
4.4.1
Resultado de los destinatarios del programa……..62
-Pre-test………………………..……62
-Pos-test………………………….…64
- Comparacion (pre-test y pos-test)…66
4.4.2 Resultados de la evaluación del diseño
del programa…67
-Valoración
de experto…………….67
-Protocolo
de observación………...68
5.
-
CONCLUSIONES...............................................................................................71
5.1 Juicio
crítico sobre el trabajo realizado………………………....71
5.2 Resultados más destacables……………………………………..72
5.3 Fallos y sus causas……………………………………………....72
5.4 Modificaciones para futuras aplicaciones……………………….73
5.5 Reflexión personal sobre el rol del pedagogo…………………..73
6.-
ANEXOS...............................................................................................................74
7.-
FUENTES BIBLIOGRAFICAS………………………………………………120
7.1
Bibliografía……………………………………………………...120
7.2
Fuentes telemáticas……………………………………………...120
1.- Introducción:
El
presente proyecto se caracteriza por ser un tipo de programa: de experto; ya que está confeccionado por
técnicos en educación; educativo, por
que pretende conseguir los objetivos propuestos a través del proceso de
enseñanza-aprendizaje; de ciclo corto,
ya que tiene una cierta duración la cual es de seis sesiones de trabajo; de desarrollo, porque está compuesto por un
conjunto de acciones organizadas para conseguir una serie de objetivos, y modular, ya que los contenidos se
dividen a través de módulos de contenidos sobre la temática de Educación
Ambiental.
El presente programa se denomina “Educación
Ambiental” y tiene tales finalidades:
1. Conocer
el deterioro del medio ambiente.
2. Cambiar las actitudes y aptitudes de los
niños para mejorar el medio ambiente.
3. Fomentar la participación y la capacidad de
evaluar su comportamiento con respecto al medio ambiente.
4.
Concienciar
sobre los efectos negativos que producen
la contaminación en el medio ambiente.
Con respecto a
nuestros objetivos propuestos para este proyecto, en el Seminario Internacional
de la E. A. celebrado en Belgrado en 1975, se fijaron seis objetivos
fundamentales de educación, relativos al medio ambiente que fundamentan a los
nuestros y, acerca de los cuales Novo (1998, citado en Limón, 2000,
pp.70-72 ) se expresa en los siguientes
términos:
“Conciencia:
ayudar a las personas y a los grupos a adquirir una mayor sensibilidad y
conciencia acerca del medio ambiente, en general, y de los problemas conexos,
en particular.
Conocimiento:
ayudar a las personas y grupos sociales a adquirir una comprensión básica del
medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y
función de la humanidad en el, lo que entraña una responsabilidad critica.
Actitudes: ayudar a las personas y a los grupos
sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio
ambiente, que las impulse a participar activamente en su protección y
mejoramiento.
Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos
sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas
ambientales.
Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a
los grupos sociales a evaluar medidas y los programas de educación ambiental en
función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos
y educacionales.
Participación: Ayudar a las personas y a los grupos
sociales a que se desarrollen su sentido de responsabilidad y que tome
conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para que se adopten
medidas adecuadas al respecto”.
Para llevar a cabo todo esto, toda problemática
ambiental deberá contribuir al desarrollo de conocimientos y la adquisición de
actitudes y de las competencias necesarias para la conservación y mejora del
medio ambiente.
Estas ideas están recogida en la base de las
recomendaciones de la Conferencia Intergubernamental de Educación
Ambiental, celebrada en Tiblisi en 1997, en la cual se planteaba, según Novo (1998, citado en Limón, 2000, p.72):”proporcionar las personas la posibilidad de adquirir los
conocimientos, el sentido de los valores, las actitudes, el interés activo y
las actitudes necesarias para proteger y mejorar el medio ambiente”
Consideramos de importancia cumplir los objetivos
previstos en nuestro programa ya que en
el contexto aplicado, la concienciación aun no es factor importante con
respecto al tema medioambiental. Aun no se observan medidas llevadas a cabo por
los poderes políticos de la zona, para contrarrestar la contaminación y mejorar
la participación de las personas del pueblo, en medidas y acciones ambientales
y saludables para el medio.
Por ello, consideramos importante realizar un
proyecto sobre educación ambiental en la zona, y concretamente, que debe ir
destinado a los niños de 8 a
12 años, porque consideramos que son las edades adecuadas en las que los niños
están empezando a tomar contacto con su medio más próximo y hay que enseñarles, ya desde su infancia,
acciones y prácticas saludables para respetar el medio.
El
programa que presentamos se aplicará en el pueblo sevillano de Castilleja de
Guzmán. Las actividades propuestas se realizarán dentro del ámbito del centro
de la juventud del pueblo. Está destinado a los niños de una edad comprendida
entre 8 y 12 años que acuden a los talleres que proponen en dicho centro.
La
presente memoria estará contenida por los siguientes apartados: índice,
introducción, parte teórica y práctica, desarrollo de intervención,
conclusiones, anexos y la bibliografía utilizada. En el índice, se muestra un
esquema general de los apartados de que manifiesta el trabajo. En la
introducción se muestra la temática, el tipo de programa realizado, una breve
descripción del contexto en el que se ha aplicado, la justificación sobre la finalidad de la intervención e
importancia de la aplicación en dicho contexto, y por último, se indican los
contenidos de los que está formado la memoria.
La parte teórica, presenta una síntesis de los
aspectos teóricos del tema sobre el que se ha trabajado en el centro, dando a
conocer lo que sabemos sobre la temática seleccionada. Se explican los conceptos principales, teorías, enfoques o modelos,
metodologías de intervención y programas existentes. El apartado práctico está
formado por la descripción amplia del contexto de intervención, los programas
de actividades que se han aplicado y el diseño de la evaluación utilizada.
El desarrollo de la intervención está
constituido por las actuaciones que se han llevado a cabo durante todo el curso,
categorizándolas en tipos de acciones realizadas y cuantificando su número y la
duración aproximada. Además se incluyen las incidencias
registradas durante la aplicación del proyecto y las modificaciones realizadas
sobre el proyecto inicial. Finalmente se aportarán los resultados de la
evaluación tanto del diseño del programa como de los resultados obtenidos con
los destinatarios.
En
el apartado de conclusiones, contendrá un juicio crítico sobre la validez del
proyecto, los resultados más destacables, los errores y sus causas, las
modificaciones a introducir en futuras aplicaciones, y un juicio crítico sobre
las funciones del orientador/as en base a la experiencia adquirida. En el anexo
se describen los modelos de materiales del programa, los instrumentos
utilizados para el análisis del contexto y para la evaluación, y las tablas de
datos no incluidas en el cuerpo de la memoria. Por último, aparecerá el
apartado de bibliografía que estará compuesto por las distintas fuentes
utilizadas para la realización de la memoria.
2.- Parte
Teórica:
Este
apartado recoge: conceptos, objetivos y contenidos de la educación
ambiental, teorías, enfoques o modelos, metodología de intervención y programas
existentes sobre la temática.
2.1 Conceptos, objetivos y contenidos
principales:
Haciendo referencia a los conceptos que hemos utilizado
en nuestro proyecto para el desarrollo de las actividades, diversos autores
(citados en Limón, 2000, pp.99-120) han aportado definiciones de “educación ambiental” desde hace una
década, de entre ellas hemos seleccionado como las más importantes son:
“1.la educación ambiental es el proceso que
consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con objeto de fomentar las
aptitudes y actitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones
entre el hombre, su cultura y su medio biofísico. La educación ambiental
entraña también la practica en la toma de decisiones y en la propia elaboración
de un código de comportamientos con respecto a las cuestiones relacionadas con
la calidad del medio ambiente.
2.
La educación ambiental implica una
enseñanza de juicios de valor que capacite para razonar claramente sobre
problemas complejos de los medios que son tanto políticos, económicos y
filosóficos como técnicos.
3. la educación ambiental es una
manera de alcanzar los objetivos de la protección del medio. La educación
ambiental no es una rama de la ciencia o una materia de estudio separada.
Debería llevarse a cabo de acuerdo con el principio de educación integral
permanente.
4. proceso de reconocimiento de los
valores y clasificación de los conceptos gracias a los cuales el sujeto
adquiere las capacidades y los comportamientos que le permiten conocer,
comprender y apreciar las relaciones de interdependencia entre el hombre, su
cultura y su medio biofísico”
El planteamiento de la “pedagogía ambiental”, como nueva
disciplina incorporada al currículum universitario de los Licenciados y
Licenciadas en Pedagogía, ha de atender a la demanda educativa derivada de la
problemática ambiental. Fundamentalmente se plantea un cambio cultural, es
decir, un cambio en las formas de comprender las relaciones del ser humano con
su entorno.
La
“Contaminación”[1]
es alterar nocivamente una sustancia u organismo por
efecto de residuos procedentes de la actividad humana o por la presencia de
determinados gérmenes microbianos.
Según Houghton et al. (1990, 1992,
citado en Muñoz, 2007, pp. 641-657), los términos de “Cambio climático” y
“Efecto invernadero”; Actualmente, son un hechos científicos, ya que el
clima global está siendo alterado significativamente (Cambio Climático Global)
y en el presente siglo, como resultado del aumento de concentraciones de gases
invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y cloro
fluoro carbonos. Estos gases están atrapando una porción creciente de radiación
infrarroja terrestre y se espera que haga aumentar la temperatura planetaria
entre 1,5 y 4,5 °C .
Algunas
“enfermedades[2]” están relacionadas principalmente con los
ojos y del aparato respiratorio, entre ellas la bronquitis, el asma, el
enfisema pulmonar, y los resfriados frecuentes que ocasionan el mayor número de
ausencias en trabajos y escuelas. Junto a estos males, hay que considerar que
recientes investigaciones han descubierto que en los ambientes contaminados con
hidrocarburos, y en el carbón negro que se usa para la fabricación de
neumáticos, existen sustancias cancerígenas.
Ya ha sido demostrado
estadísticamente que existe una relación entre el nivel de contaminación
atmosférica y la incidencia de cardiopatía isquemia (anginas e infartos de
miocardio), arritmias e insuficiencia cardiaca. Cada uno de los estudios
efectuados demostró el papel de las partículas contaminantes en la génesis de
las lesiones arterioscleróticas.
La “lluvia ácida” es una de las consecuencias de la contaminación del
aire. Cuando cualquier tipo de combustible se quema, diferentes productos
químicos se liberan al aire. El humo de las fábricas, el que proviene de un
incendio o el que genera un automóvil,
no sólo contiene partículas de color gris (fácilmente visibles), sino que
además poseen una gran cantidad de gases invisibles altamente perjudiciales
para nuestro medio ambiente.
Centrales eléctricas, fábricas,
maquinarias y coches "queman” combustibles, por lo tanto, todos son
productores de gases contaminantes. Algunos de estos gases (en especial los
óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre) reaccionan al contacto con la
humedad del aire y se transforman en ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido
clorhídrico. Estos ácidos se depositan en las nubes. La lluvia que
producen estas nubes, que contienen
pequeñas partículas de acido, se conoce con el nombre de "lluvia
ácida".
El “deshielo” es la fusión de las nieves y de los heleros, como
consecuencia del aumento de las temperaturas en la primavera. El deshielo
libera enormes volúmenes de agua congelada durante el invierno; crece así el
caudal de los ríos, eventualmente hasta provocar inundaciones, sobre todo si
llueve en la cuenca hidrográfica del río. En las regiones muy frías, el proceso
se agrava por la fragmentación de la capa de hielo que cubre los lagos y los
cursos de agua. Los témpanos pueden amontonarse hasta el extremo de formar una
barrera que al romperse da lugar a una onda destructora. A veces la fusión de
los témpanos se efectúa prematuramente en el curso superior de un río, lo cual
contribuye a las crecidas del nivel. Esto es una muestra de lo que se avecina a
causa del calentamiento global.
La
“ecología” es la ciencia que estudia
a los seres vivos, su ambiente, la distribución y abundancia, cómo esas
propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente. El
ambiente incluye las propiedades físicas que pueden ser descritas como la suma
de factores abióticos locales, como el clima y la geología,
y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).
La visión integradora de la ecología
plantea que es el estudio científico de los procesos que influencian la
distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre
los organismos y la transformación de los flujos de energía y materia. Otro
factor importante dentro de la educación ambiental es difundir la
concienciación de la importancia del “reciclaje”.
El reciclaje es un proceso que consiste en someter a un proceso físico-químico
y/o mecánico a una materia o un producto ya utilizado a un ciclo de tratamiento
total o parcial para obtener una materia prima o un nuevo producto. También se
podría definir como la obtención de materias primas a partir de desechos,
introduciéndolos de nuevo en el ciclo de vida y se produce ante la perspectiva
del agotamiento de recursos naturales, marco económico y para eliminar de forma
eficaz los desechos. Igualmente para ellos se disponen de distintos contendores
que ayudan a clasificar los diferentes residuos reciclados, y estos son:
1.
Contenedor
Amarillo: este contenedor es el que está destinado para los envases
ligeros de todo tipo, como botellas plásticas, latas, briks, bandejas, bolsas,
etc.…
2.
Contenedor
Azul: en este contenedor se depositan todos los residuos de papel
o cartón, como revistas, cajas, periódicos, envoltorios, etc.
3.
Contenedor
Verde Claro: En este contendor se depositaran todos aquellos elementos
de vidrio, botellas, adornos, etc., generalmente la forma de estos contenedores
difiere del resto, ya que tiene forma de iglú.
4.
Contenedor
Verde Oscuro: por último, este contenedor es el indicado para echar en
él todos los materiales orgánicos de desecho.
5.
Existen otras clasificaciones de reciclaje que se
refieren a la deposición de desechos tóxicos y/o peligrosos, como químicos,
pilas voltaicas, metales y basura electrónica.
En el caso particular del “vidrio”, es el único elemento que
puede recuperarse totalmente cuando se recicla; el mismo está formado por
sílices y otras bases, las cuales una vez sometidas al proceso de reciclado se
recupera casi en su totalidad evitando así la sobreexplotación de cientos de
envases.
Con respecto a los “residuos orgánicos”, hay dos sistemas
fundamentales para el reciclado de residuos orgánicos: compostaje y
vermicompostaje. Otra posibilidad, poco explorada, para el tratamiento de
algunos residuos orgánicos, como los provenientes de mercados de frutas y
verduras y otros, es utilizarlos directamente para alimentar diferentes
animales como conejos, cabras, cerdos, etc.
El compostaje es un proceso
biológico que consiste en la descomposición de restos de plantas y animales. Es
una forma fácil y natural de reciclar los residuos orgánicos y reducir su
volumen. Es un proceso aerobio. El proceso no debe atraer moscas, insectos,
roedores ni generar olores desagradables. El producto final es de color marrón
oscuro, inodoro o con olor al humus natural.
El vermicompostaje consiste en que
los residuos orgánicos pueden ser procesados y fragmentados rápidamente por los
gusanos de tierra, que los transforman en un material estable, no tóxico, con
buena estructura, que tiene un potencial alto como acondicionador económico de
suelo y abono de valor para el crecimiento de plantas.
Por otro lado, en el reciclaje del “papel”, podemos encontrar que no todos los tipos de papeles se puede
reciclar, los reciclables son: Papel de impresión y escritura, Papel continúo,
sobres, listados de ordenador, guías telefónicas, catálogos, folletos
periódicos, revistas, libros, carpetas y subcarpetas de papel, o cartulina, publicidad,
envases y embalajes de papel y cartón.
El
reciclaje de los “residuos textiles” evita que estos se
acumulen en los vertederos, además de darles un nuevo aprovechamiento a sus
materiales. Para el reciclado de los “plásticos”, existen más de cien tipos de plásticos, los más
comunes son sólo seis, y se los identifica con un número dentro de un triángulo
a los efectos de facilitar su clasificación para el reciclado, ya que las
características diferentes de los plásticos exigen generalmente un reciclaje
por separado.
Para reciclar los “recipientes metálicos”: La
recuperación de los metales presentes es una de las formas más económicas de
valorizar los residuos. Normalmente, los residuos férreos se separan mediante
electro imanes, y por triaje manual o diferentes métodos densimétricos o de
corrientes inducidas el resto de metales. El metal de menor valor es el hierro,
y su chatarra se compra en los mercados internacionales.
Aunque el cambio climático sea un
problema mundial, la colaboración de cada uno de nosotros es decisiva. Incluso
pequeños cambios en nuestro comportamiento pueden contribuir a evitar emisiones
sin afectar a nuestra calidad de vida. Pueden, incluso, hacernos ahorrar
dinero. Según el Instituto
Internacional para el Desarrollo Sostenible[3],
algunos “consejos y ayudas” para
mejorar la contaminación en el medio ambiente y contribuir al reciclaje pueden
ser:
-
“Recicla.
Reciclar 1 kg
de latas de aluminio usadas consume diez veces menos energía que producirlas, y
se utiliza mucha menos energía para fabricar papel a partir de periódicos
viejos que de la pulpa de madera.
-
Cuando prepares
una bebida caliente, hierve justo la cantidad de agua necesaria
-
Ahorra agua
caliente tomando duchas en vez de baños: consumirás cuatro veces menos energía.
-
No olvides apagar
las luces cuando no hagan falta.
-
Los hogares son
responsables del 30 % del consumo de electricidad en la UE , de manera que si todos
ahorramos electricidad, el efecto será considerable.
-
Cuando tengas que
comprar bombillas, prueba las de bajo consumo: duran más y usan cinco veces
menos electricidad que las convencionales.
-
No dejes el
televisor, la cadena o el ordenador en modo de espera (standby): es el modo en que queda encendida una lucecita roja.
En promedio, el 45 % de la energía que consume un televisor lo hace en modo standby. Si todos los europeos
evitaran este modo, ahorrarían la electricidad que consume un país del tamaño
de Bélgica.
-
No dejes tampoco
el cargador del móvil enchufado cuando no estés cargando el teléfono. Si lo
haces, el 95 % de la electricidad se pierde: solo el 5 % se usa realmente para
recargar la batería del móvil.
-
Si tú o tus
padres compráis un nuevo electrodoméstico, por ejemplo un frigorífico o una
lavadora, cercioraos de que la etiqueta europea de eficiencia energética que
todo electrodoméstico debe llevar sea «A»: esto garantiza que hace un uso muy
eficiente de la energía.
-
Busca productos
que lleven la etiqueta ecológica europea, simbolizada por una florecita (véase
el extremo superior izquierdo del recuadro), en tiendas y supermercados. Esto
significa que los han fabricado ajustándose a normas medioambientales
estrictas.
-
No pongas la
calefacción muy alta. Bajar la temperatura en solo 1 ºC puede reducir hasta en un
7 % la factura energética de una familia.
-
Para ventilar,
abre la ventana de par en par durante unos minutos y luego vuélvela a cerrar,
en vez de dejar que el calor se escape durante mucho rato.
-
El automóvil
particular es responsable del 10 % de las emisiones de CO2 de la UE. El transporte público,
la bicicleta y la marcha a pie son alternativas más baratas y saludables.
-
Si tus padres van
a comprar un coche nuevo, pídeles que sea un modelo pequeño y eficiente. De
acuerdo con la legislación europea, los fabricantes de automóviles deben
mostrar la información relativa a la cantidad de CO2 que emiten sus
automóviles.
-
Las emisiones de
CO2 producidas por los aviones aumentan a un ritmo superior al de cualquier
otra fuente. Para distancias de unos pocos centenares de kilómetros, utiliza
alternativas como el tren o el autocar.
-
Planta un árbol
en la escuela, en el jardín o en el barrio. Cinco árboles absorben
habitualmente 1 tonelada de CO2 a lo largo de su vida”
Según
el Libro Blanco de la Educación Ambiental
España,[4] asume como propios los
siguientes “objetivos de la educación
ambiental”, entendiendo, no obstante, que la permanente evolución de los
enfoques teóricos y el replanteamiento de las prioridades de acción pueden
exigir, en un futuro, la incorporación de nuevas metas:
1. Contribuir a la construcción de un nuevo
modelo de sociedad basado en los principios de la sostenibilidad. La educación
ambiental debe ser un instrumento en favor de una forma de vida sostenible.
2. Apoyar el desarrollo de una ética
ambiental que promueva la protección del medio desde una perspectiva de equidad
y solidaridad.
3. Ampliar la comprensión de los procesos
ambientales en conexión con los sociales, económicos y culturales.
4. Favorecer el conocimiento de la
problemática ambiental que afecta tanto al propio entorno como al conjunto del
planeta, así como de las relaciones entre ambos planos: local y global.
5. Capacitar a las personas en estrategias de
obtención y análisis crítico de la información ambiental.
6. Favorecer la incorporación de nuevos
valores pro-ambientales y fomentar una actitud crítica a la vez que
constructiva.
7. Fomentar la motivación y los cauces para
la participación activa de las personas y grupos en los asuntos colectivos, y
potenciar el sentido de responsabilidad compartida hacia el entorno.
8. Capacitar en el análisis de los conflictos
socioambientales, en el debate de alternativas y en la toma de decisiones,
individuales y colectivas, orientadas a su resolución.
9. Favorecer la extensión de prácticas y modos de vida
sostenibles en los distintos contextos vitales, basados en la utilización
racional y solidaria de los recursos así como en el disfrute respetuoso del
medio.
Teniendo
en cuenta la Carta de Belgrado[5],
realizada en octubre de 1975, los Objetivos de la educación ambiental a nivel
mundial son:
- Toma de conciencia.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor
sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los
problemas.
- Conocimientos.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión
básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de
la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una
responsabilidad crítica.
- Actitudes.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales
y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar
activamente en su protección y mejoramiento.
- Aptitudes.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes
necesarias para resolver los problemas ambientales.
- Capacidad de
evaluación. Ayudar a las personas y a los
grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación
ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales,
estéticos y educativos.
- Participación
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido
de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de
prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se
adopten medidas adecuadas al respecto.
Haciendo referencia a los
“contenidos[6]” de la educación ambiental, podemos decir que la protección de la
naturaleza y mejora del medio ambiente debe ocupar un gran apartado dentro de
la escuela, pero no se trata de añadir muchos más contenidos, sino de poner en
práctica una enseñanza con un enfoque distinto al tradicional y con una
intencionalidad educativa de formar individuos con actitudes y valores
positivos en defensa de todo el medio ambiente. Con la clara intención de
llegar a una mayor comprensión y sensibilización, se tratará de que en los
alumnos se desarrollen actitudes críticas que reflexiones, que se han capaces
de formular y hacer juicios propios a partir de la observación, análisis de
situaciones problemáticas, o la puesta en práctica de acciones positivas, que
sirvan para que sean capaces de emprender respuestas voluntarias y positivas,
ante los diferentes problemas y actuaciones humanas.
Hemos
de ir más allá de los contenidos específicos de cada una de las áreas porque lo
necesario y lo prioritario no es la formación académica, sino una formación
para la vida, que sirva para formar personas respetuosa y tolerante con todos
los seres que conviven entre nosotros y con todas las condiciones ambientales
que exige la supervivencia de todos.
En la
secuenciación de los contenidos de Educación Ambiental se hace necesario partir
primero de lo simple, conocido, próximo y concreto y no de lo complejo,
desconocido, lejano y abstracto. Las primeras actitudes que interesa fomentar
son aquellas que trate de solucionar los problemas ambientales que se originan
en el entorno más cercano, (casa, colegio, calle, pueblo), como por ejemplo el
tratamiento de las basuras que originamos, evitar en la medida de lo posible el
uso de productos innecesarios y peligrosos para el medio, tomar medidas en el
ahorro de agua, luz y demás recursos sin derrochar, contribuir a la
conservación y mejora de nuestros jardines, árboles, plantas y campos de nuestro
entorno. Sin embargo, para llegar a un buen conocimiento sobre el medio
ambiente y sus problemas hemos de tener también en cuenta que es necesario
tratar los grandes problemas ambientales que afectan a todo: contaminación,
deforestación, agotamiento de recursos, extinción de plantas y animales, donde
necesitamos tomar posturas decididas que signifiquen colaborar en la protección
y mejora para que esos grandes problemas empiecen a ser menores.
En el
currículo escolar, hay algunas áreas específicas y concretas que abordan más
que otras en el conocimiento del medio; así, en áreas como Ciencias de la Naturaleza se expresan
muchos contenidos sobre nuestro medio, pero se ha de trabajar siempre desde un
enfoque de Educación Ambiental, abordando las repercusiones que tienen
diferentes temas para la degradación del medio natural o analizando el impacto
ambiental que algunas actuaciones provocan y siempre con unos puntos de vista
que hagan más referencias a la relación e interdependencia entre todos nosotros
y los demás seres. En cambio, existen otras áreas en las que a primera vista
nos pueda parecer que los temas ambientales no aparecen, sin embargo se hace
necesario que los contenido de la Educación Ambiental
sean tratados desde todas las áreas, ya que trabajando de forma globalizada se
puede llegar a mejores frutos formativos.
Muchos
de los contenidos que aparecen en algunas áreas necesiten ser tratados de
manera más profunda de la que aparecen, para que se afiancen mejor los valores
y actitudes que la naturaleza nos pide. Por otra parte, muchos contenidos, que
pueden ser esenciales para desarrollar algunos de los objetivos de la Educación Ambiental
e implicar afectivamente al alumno, no aparecen de forma explícita en ningún
área curricular y es el profesor el que debe introducirlos, en el momento
apropiado para llegar a la consecución de los objetivos y permitir que esa
formación germine entre los alumnos.
2.2 Teorías, enfoques o modelos:
En este apartado recogeremos los distintos paradigmas de
Educación Ambiental y el enfoque educativo – ambientalista.
2.2.1
Paradigmas de Ed. Ambiental:
El medio ambiente se convierte en
problema de investigación a consecuencia del deterioro de los recursos
naturales, y al afectar la vida humana a grandes y pequeñas escalas,
centrándose en la atención de la comunidad científica internacional, en la
búsqueda de la concienciación de la necesidad de utilizar responsablemente el
saber de todos los campos de la ciencia para darle respuesta a la creciente
degradación ambiental, que no solo pone en crisis las condiciones de vida en el
planeta, sino hasta la permanencia de la vida en el mismo.
Por ello, en el estudio de la
educación Ambiental podemos destacar tres tipos de teorías o modelos
significativos, como son el modelo de racionalidad teórico, modelo de acción
tecnologías y ciencia aplicada, y el modelo de práctica social crítica.
1. Modelo de racionalidad teórico:
Los discursos sobre la educación y
el Medio Ambiente son plurales. No solo por lo que expresan en términos de
diversidad epistemológica o científica, sino también y a veces de un modo
predominante, por lo que conlleva de justificación axiológica e ideológica.
Esto es, como escenarios en los que se confrontan valores e intereses que
interrogan continuamente al presente y a los modos de proyectar el futuro.
Según Giroux (1990, citado en Caride; Meira, 2001,
pp.190-191), el concepto de racionalidad tiene un doble significado: de un
lado, sirve para definir el “conjunto de
supuestos y prácticas que hace que la gente pueda comprender y dar forma a las
experiencias propias y ajenas”; de otro, se refiere “a los intereses que definen y cualifican el modo en que cada uno
vertebra y afronta los problemas que se le presentan en la experiencia vivida”.
En el enfoque que adoptamos, ambos significados derivan hacia dos formas de
afrontar la crisis ambiental. La primera, que identificamos como ambientalista
, considera que se puede ofrecer soluciones viables en los márgenes del
paradigma del mercado, a través de la aplicación instrumental de la razón
económica, científica y técnica; y la segunda, que conceptuamos como
ecologista, que rechaza el sistema vigente como irracional, antiecológico
socialmente injusto, para proponer que
es necesario un cambio, concurrente y profundo, en todas las esferas de
la realidad(social, económica, cultural, de estilo de vida, de valores, etc.)
para generar prácticas sociales asentadas en una nueva racionalidad a la vez
social y ambiental.
Para Foladori (2000, citado en
Caride; Meira, 2001, pp.191-192), se condensan o sintetizan dos grandes
posturas con significado para la Educación Ambiental :
-
Por un lado, “aquella
que considera la
Educación Ambiental como un objetivo en sí misma y hasta con
contenido propio (la ecología), capaz de transformar las condiciones materiales
hacia un ambiente menos contaminado y depredado”. En este caso la crisis
ambiental está causada por el desconocimiento de los flujos (de energía y
materiales) que se producen entre la sociedad humana y el resto del mundo
natural (fisco-material y otros seres vivos).
-
Por otro, “la
concepción de que los problemas ambientales son derivaos de una estructura
económico-social determinada, y que la Educación Ambiental ,
para tener sentido, debe complementar los cambios estructurales en la
sociedad”. En esta concepción, los problemas ambientales, no son
principalmente ecológicos o técnicos, sino sociales.
Según afirma Ballesteros y Pérez
Adam (1997, citado en Caride; Meira, 2001, p.195), “La interacción entre sociedad y entorno constituye el marco en el que
se dilucidará la viabilidad y la forma de devenir más o menos inmediato”.
En este espacio interfacial tan relevante y necesario son los aportes
metodológicos y teóricos de la
Ecología y de otras Ciencias Naturales, como las
contribuciones que hacen la economía (principalmente de la economía ecológica),
la sociología, la
Psicología ambiental, la antropología, la ética o la
reflexión sobre propuestas ideológicas y políticas que han centrado su atención
en la cuestión ambiental.
Solo de la confluencia y mutuo
enriquecimiento de estos saberes, se cree que es factible construir una imagen
coherente y compleja de la crisis ecológica contemporánea, de cómo es
interpretada y racionalizada por el pensamiento humano, de la orientación
normativa que han de adoptar los cambios que permitan superarla y, en fin, del
sentido y papel que tiene la educación ambiental como una educación vacacionada
hacia la integración del desarrollo humano en las coordenadas de una progresiva
reconciliación con el medio ambiente.
2. La educación ambiental como acción
tecnológica y ciencia aplicada:
La acción educativa que participa de
los discursos y prácticas pedagógico-ambientales que suscriben una concepción
tecnológica de la educación ambiental, guarda una estrecha relación con lo que,
en su identificación más genérica hemos catalogado como opción ambientalista.
La respuesta a la crisis ambiental
desde el paradigma del mercado elude adentrarse en sus causas profundas y
concreta sus estrategias en actuaciones políticas de corte gerencialista. Los
problemas ambientales son contemplados como irregularidades marginales, que es
necesario y posible corregir mediante ajustes técnicos, sobre todo en la esfera
de las diapositivas económicas, de la innovación tecnológica o del troquelado de
los comportamientos sociales.
La educación ambiental se entiende
como una herramienta de ingeniería social cuyo objetivo es formar e instruir a
individuos y comunidades para que sus actuaciones medioambientales sean más
racionales.
Los fundamentos metateóricos,
epistemológicos y metodológicos de este enfoque se adentran en el positivismo,
trasvasando sus convicciones epistémicas al marco científico-disciplinar de las
Ciencias de la
Educación. Siguiendo a Robottom y a Popkewitz (1987, 1988, citado en Caride; Meira, 2001, p201), se exponen
cuatro propósitos, de los que inferimos la imagen de una 0educación ambiental
reconvertida hacia un saber tecnológico o, incluso, una ciencia aplicada:
-
La pretensión de racionalidad: que se apoya en la
creencia de que solo hay un método racional para resolver los problemas, y que
este solo puede ser descubierto identificando y aislando las variables que
intervienen en el proceso, analizando las interacciones y desarrollando modelos
teóricos que permitan predecir y controlar su aplicación en situaciones
educativas concretas.
-
La pretensión de objetividad: asentada en la creencia
de que solo se puede alcanzar la verdad de un problema si se expresa en
términos factuales. La objetividad implica excluir o marginar los factores humanos,
subjetivos e intersubjetivos.
-
La pretensión de verdad: suscitada en la creencia de
que para cada problemas solo hay una solución y, como corolario, de que para
cada problema ambiental solo hay una solución posible.
-
La pretensión de neutralidad: en la medida en que la
educación ambiental se fundamenta en el conocimiento de los hechos y de las
relaciones que se establecen entre tales hechos, su aplicación es totalmente
independiente de los fines y valores políticos o sociales.
En este enfoque epistemológico de la
educación ambiental late la aspiración a diseñar una ciencia positiva de la
educación ambiental. Asumiendo el riesgo de simplificarlas, procedemos a
categorizarlas en tres modalidades principales:
a)
La Educación
Ambiental como formación ambiental:
En esta interpretación se considera
que la principal contribución de la educación a la resolución de los problemas
ecológicos reside en su capacidad para elaborar y diseminar conocimientos
científicos y técnicos sobre el medio ambiente. Los destinatarios principales
de la acción formativa son sectores de la población que tienen vínculos
profesionales, administrativos o políticos con la gestión ambiental, aunque
también interese la instrucción ambiental de la sociedad en su conjunto,
comenzando por el sistema educativo y propagándose por ámbitos que tienen como
denominador común lo que ha dado en llamarse educación no formal.
b)
La Educación
Ambiental como técnica aplicada a la solución de problemas
ambientales:
Educadores como Hungerfordm
Litherland y otros, o Giordan y Souchon (1992, 1995, citado en Caride; Meira,
2001, p.207) propondrán una educación ambiental que guíe el aprendizaje
conforme a procesos de solución de problemas y de habilidades para la gestión
ambiental en el marco de una educación científica y tecnológica, abierta
realidades sociales y orientadas a modificar el comportamiento de las personas.
c)
La Educación
Ambiental como técnica conductual aplicada al fomento de
actitudes y hábitos pro-ambientales:
La modificación de la conducta humana
resume una de las interpretaciones más peculiares y extendida de cómo la
educación ambiental puede o debe contribuir a la resolución de los problemas
ambientales, al menos en la perspectiva de un amplio elenco de autores y
programas que han creado un espacio en los dominios de quehacer
educativo-ambiental, consecuente como una forma, también singular, de afrontar
las relaciones hombre-sociedad-ambiente. La educción ambiental, como formación
de conductas ambientales responsables, se fundamenta en dos tradiciones
epistemológicas y académicas complementarias: una científica, vinculada al
conductismo behaviorismo psicológico; y otra personalista e individualista, a
la que recurre habitualmente en las tesis de la ideología liberal.
3. La Educación Ambiental como práctica social crítica:
La separación de un futuro asentado
en otros principios y mediante una educación orientada hacia valores más altos
que el dinero, resume la necesidad de adentrarse en una racionalidad pedagógica
y ambiental alternativa. Es por ello que se considera la necesidad de edificar
las bases teóricas, epistemológicas y metodológicas de la educación ambiental a
partir de su consideración como una ciencia de la educación critica.
Según expone Carr (1996, citado en
Caride; Meira, 2001, p.214), la ciencia educativa puede ser:
“simultáneamente crítica, educativa
y científica. Es crítica en cuanto aporta normas para exponer y eliminar las
inadecuaciones de las formas vigentes de autocomprensión y de vida social. Es
educativa en la medida en que, constituye un proceso educativo diseñado para
cultivar las cualidades mentales que favorecen el desarrollo de los individuos
racionales y el crecimiento de sociedades democráticas; y es científica porque
genera un conocimiento autoreflexivo y define los criterios de los que depende
la categoría epistemológica de ese conocimiento”
Optar
por una educación ambiental implica una serie de educaciones:
a)
Una educación política:
La educación ambiental es una
educación cuyos objetivos convergen en favorecer las condiciones que permitan a
los individuos y comunidades desarrollar formas alternativas contrahegemónicas
de enfrentar los problemas ambientales y la crisis ambiental. Para ello, sus
planteamientos epistemológicos giran en torno a la consideración de esta crisis
como una verdadera crisis de civilización y que como tal, afecta a los
supuestos sociales, económicos, éticos, culturales, tecnológicos y científicos
que operan en el interfaz de las relaciones que mantienen las sociedades
humanas con el medioambiente. En este sentido, Fien (1995, citado en Caride;
Meira, 2001, p.216) expone que la construcción teórico-práctica de una
educación ambiental critica se sitúa en los interiores de la economía política,
donde trata de interpretar la naturales y alcance social de los problemas
ambientales, y los procesos sociopolíticos que intervienen en la economía
global, donde se articulan los principales vínculos con el problema de la
desigualdad social.
Las
cuestiones ambientales sonde carácter político más que técnico: afectan a la
calidad de vida o a las necesidades sociales, y están sujetas a procesos de
negociación, maniobras, persuasión, a la oferta de incentivos, al ejercicio de
influencias y a otros.
La
naturaleza política de la educación ambiental es incuestionable cuando
vinculamos sus objetivos y las practicas que promueve a los procesos de
desarrollo, tal y como se afirma en el Tratado
sobre Educación Ambiental para Sociedades Sostenibles y para la Responsabilidad Global
suscrito en el Foro Global celebrado en Rio en 1992: la educación ambiental es
un acto político basado en valores para la transformación social.
b)
Una educación Humanista:
Según
Carr (1990, citado en Caride; Meira,
2001, p.218), pensar la educación ambiental en la perspectiva de una ciencia
crítica permite interpretar la praxis educativa como una acción moralmente
informada o realizada, tanto en cuanto se
orienta hacia el fomento de una nueva racionalidad ambiental. En este sentido,
la educación ambiental es una educación social, política y moral, que, además
de pretender sensibilizar o mejorar la formación ambiental de las personas,
también aspira a desvelar y problematizar los supuestos ideológicos en los que
se fundamenta la acción humana.
“La educación ambiental no es
educación del medio ambiente, sino de las personas objeto-sujeto de los
procesos de educación. Que esta formación tenga como objetivo fundamental el
conocimiento del medio ambiente que tienen que tener los ciudadanos del mundo,
no convierte al entorno en sujeto directo de la tarea activa de educar sino en
el objeto indirecto por el que los hombres acceden con más comprensión a su
medio” (Sáez, 1995, citado en Caride; Meira, 2001,
pp.218-219). Por ello, se considera la Ed. Ambiental como proceso formativo de las
personas.
c)
Una educación dialéctica:
El medio ambiente es una realidad
compleja y multidimensional que requiere el análisis de todas las variables
intervinientes, así como de las relaciones de interdependencia que se
establecen entre ellas; lo que hace imprescindible complementar y combinar
lecturas disciplinares que, desde las Ciencias Naturales y/o Sociales,
posibiliten imaginar una imagen holística, integral y comprehensiva de los
problemas que atañen al conocimiento del medio y a la acción educativa.
d)
Una educación problematizadora:
La práctica crítica ambiental debe
actuar problematizando las realidades ambientales, desvelando las
contradicciones y los conflictos implícitos a la génesis social de la crisis
ambiental. Las contradicciones son una parte esencial de la condición humana y,
sobre todo, del problema del cambio, puesto que la experiencia del hombre es
siempre inacabada.
La noción de contradicción tiene una
doble potencialidad. En primer lugar, heurística y metodológica, en la medida
que el examen de los polos dialecticos implícitos o explícitos de un problema
ambiental permite desplegar estrategias interdisciplinares para analizar los
argumentos que entran en conflicto: valores antropocéntricos versus
ecocéntricos, enfoque técnico versus normativo, interpretación eco-biológica
versus sociocultural, etc.
e)
Una educación ética y moral:
La dimensión moral ocupa un lugar
clave en la construcción de la identidad teórico-práctica de la Educación Ambiental.
En otros casos se identifica la educación ambiental como una variante
especifica de la educación moral; lo que es frecuentemente en autores que
desarrollan estrategias de corte ambientalista para enfrentar la crisis
ecológica.
f)
Una educación pedagógicamente social:
Los límites entre la educación
ambiental y la educación social son borrosos, del mismo modo que también es
difuso los que se establecen entre la pedagogía ambiental y la pedagogía
social. De su convergencia se derivan nuevos modos de imaginar y proyectar el
quehacer pedagógico educativo en realidades locales-globales que no pueden ser
comprendidas sin que nos adentremos en los trazados de la crisis social y de la
crisis ecológica.
Ha de tenerse en cuenta que toda
educación ambiental es una respuesta que se construye socialmente; esto es, en
clave moral, cultural, ideológica, fenomenológica, etc. Es una práctica
dirigida a transformar las relaciones humanas con la Biosfera , exigiendo sobre
todo los cambios en las relaciones de los hombres entre sí.
La interacción más importante entre
la educación ambiental y la educación social, que nos permite incorporar con
nitidez la dimensión pedagógico-social a la educación ambiental, se remite al
concepto de calidad de vida y a su
integración socialmente problemática con el concepto de calidad ambiental,
sobre todo en las dinámicas que han impuesto las economías de mercado y la
lógica social que ampara el neoliberalismo.
Las condiciones pedagógicas para
desarrollar la competencia para la acción sobre problemas ambientales abarcan
cuatro etapas principales:
-
Promover el dominio de los aspectos objetivos,
normativos y contextuales del problema.
-
Incidir en que el conocimiento es necesario pero no
suficiente. De ahí que sea también preciso clarificar y enjuiciar los valores
que soportan normativamente la vida en sociedad.
-
Insistir en que el compromiso personal introduce un
factor subjetivo y/o emocional en el desarrollo de la competencia para la
acción.
-
Poner énfasis en el análisis de las condiciones bajo
las cuales la acción tiene o puede tener lugar. Mogensen (1995, citado en
Caride; Meira, 2001, p.238) señala que “las
barreras posibles y potenciales para la acción deben ser identificadas y es
importante investigar las posibilidades para contrarrestar obstáculos dentro de
la comunidad local y, en lugar de dar soporte a roles agresivos, tratar de
establecer una relación cooperativa”
g)
Una educación comunitaria:
El comunalismo, es una de las
fuentes ideológicas mas sustantivas, tanto para la articulación del pensamiento
ecologista como para las propuestas que fundamentan el desarrollo comunitario o
local. Así lo pone de relieve Dobson (1997, citado en Caride; Meira, 2001,
p.239), cuando afirma que “un problema
común de la estrategia de cambio de estilo de vida es que, en última instancia,
está separada del fin al que quiere llegar, por cuanto no es obvio como el
individualismo es que se basa se convertirá en el comunitarismo que es
fundamental en la mayoría de las descripciones de la sociedad sustentable”
En general, se considera que los
enfoques macrosociales, globalizadores y centralizados del capitalismo
industrial, acaban provocando dos efectos perversos y complementarios: de un
lado, la concentración de capitales; de otro, la pérdida de protagonismo
ciudadano.
El dialogo, la negociación y el
consenso son los mecanismos para resolver los conflictos, y la participación de
las personas en estos procedimientos, parte esencial de su capacitación. En
este sentido, se constata como planteamientos ideológicos, sociopolíticos y
metodológicos que insisten en reivindicar el desarrollo social a partir de lo
que es común a las personas, tratando así de validar modelos y procesos de
desarrollo comunitario en los que se acentúan las posibilidades de la educación
en el logro de tres objetivos principales:
1.
Avanzar en las posibilidades que ofrece promover el
reencuentro de las comunidades locales consigo mismas, garantizando la
supervivencia dl territorio y de los colectivos sociales que lo habitan,
entrañando una adecuada disponibilidad de sus recursos naturales y el respeto a
los valores que toman como referencia las diferentes manifestaciones del
patrimonio artístico-cultural legado por las generaciones precedentes.
2.
Responsabilizar y comprometer a las comunidades locales
en los procesos de cambio y de transformación social, confrontando sus
problemáticas, necesidades y demandas con las posibilidades y limitaciones de
la realidad de la que forman parte, ampliando sus capacidades de iniciativa y
de crítica sin que se renuncie a las ventajas que puede ofrecer el conocimiento
científico y la innovación tecnológica de cara a la promoción d un desarrollo
cada vez más autónomo y sustentable
3.
Afirmar en cada persona su protagonismo como sujeto y
agente de los procesos de un cambio social, desde su entorno inmediato y con la
perspectiva de una sociedad cada vez más interdependiente y globalizada.
2.2.2
Enfoque Educativo – Ambientalista:
En este enfoque se analizan las
relaciones entre la
Pedagogía (ciencia que estudia la educación) y la Ecología (ciencia que
estudia el ambiente) para así poder establecer las conexiones que se dan en el
plano de la ciencia. Por otro lado, se analizan las relaciones entre educación
y ambiente, entendido como categoría de compromiso.
Cuando se habla de modelo ecológico
en el campo educativo supondrá aplicar en el campo educativo situaciones
ecológicas que serán definidas como tales si en la realidad educativa
descubrimos fenómenos parejos a lo que hemos definido propios de una
situaciones ecológica. La comprensión sistémica de la educación es una
comprensión ecológica, si bien por sus características se adecuan a los
paradigmas propios de la
Ecología Humana ; en este sentido hablar de Ecología en
Educación sería hablar de la educación entendida como sistema, máxime si
sustituimos los aspectos físicos contextualizadores por otros de índole social
y cultural.
La educación propicia tres tipos de
ecosistemas educativos o también se pueden llamar medios en donde desarrollar
la educación:
1.
Medios orgánicos de tipo físico (aula de clase,
edificio escolar, etc).
2.
Medios supraorgánicos (ambientes sociales y culturales
en su más amplio sentido).
3.
Medios mixtos, como por ejemplo seria la ciudad como
espacio educativo ya que al mismo tiempo es un medio físico, propicia una
cultura específica, cada vez con mayor incidencia y personalidad.
El
carácter ecológico de la educación se concibe siempre como:
1.
Estudio sistémico e interrelacionante.
2.
Entre los aspectos materiales de la educación y
3.
Los aportes humanos agente y pacientes de la misma.
Algunas
cualidades y características del modelo ecológico en el campo educativo son:
a)
A nivel de elementos: biotopo educativo o condiciones
materiales de la educación, y biocenosis educativa o protagonistas humanos
(educadores, educandos, administración, etc.) de la educación.
b)
A nivel metodológico: estudiando ambos componentes
relacionándolos entre si, como si fuera un sistema.
Se
establecen dos tipos de relaciones a nivel teórico y a nivel práctico:
a)
Relaciones a nivel de Ciencia entre Pedagogía y la Ecología. Su análisis
nos ha aportado el estudio de la educación a través del paradigma ecológico o
sistémico, lo que a su vez nos ha ofrecido dos ámbitos de estudio: el
propiamente sistémico y el propiamente ecológico, centramos en el estudio de
los ecosistemas educativos.
b)
Relaciones a nivel de práctica educativa, es decir,
entre educación y ambiente. Sirve para
evidenciar el aporte ideológico del ambientalismo sobre la educación así como
los específicos de la pedagogía sobre la educación ambiental, tales como los
métodos, técnicas y medios didácticos y todos los aspectos curriculares en
general.
2.3 Metodología de intervención:
Con respecto a la metodología de
intervención, proponemos que el programa se lleve a cabo mediante una metodología
“Participativa y Activa”. Se hará de forma que el aprendizaje sea significativo
(relacionado con los conocimientos previos y centros de interés) y globalizado, atendiendo a los conceptos,
procedimientos y actitudes a conseguir.
Los contenidos
utilizados serán más funcionales que memorísticos, que son los que más pueden
motivar al niño, dando preferencia a la compresión sobre la memorización. Por tanto nuestra metodología será: activa,
participativa, individualizada y grupal, socializadora,
potenciadora de la autoestima y motivadora, todo ello encaminado a conseguir
que nuestros alumnos sean: responsables, autónomos, sociables, tolerantes y que
aprendan a vivir en sociedad.
Con esta metodología se potencia el
desarrollo de la creatividad y originalidad del niño, para manifestarse y
expresarse, de diferentes formas, en todos los espacios y así poder influir
sobre otros muchos individuos. No se tratará en el aula de llevar a cabo
acciones teóricas, sino de emprender acciones prácticas.
Las actividades que llevaremos a
cabo se realizaran en parejas, individuales o grupales, mediante la reflexión y
acción del alumno en las tareas, pidiendo su implicación y reflexión sobre las
actividades, además de la participación grupal de los alumnos en las dinámicas.
2.4 Programas existentes:
Para la temática seleccionada existen multitud de programas, pero para
nuestro trabajo hemos escogido tres tipos:
De alguna forma hablar de
“interpretación ambiental” es referirnos a la educación ambiental o no escolar,
o dirigida para adultos; tanto es así que existe la costumbre de utilizar
“educación ambiental” siempre que nos referimos a niños y a escuela, o sea, a
la población escolarizada o a la institución escolarizante, en cambio, se
utiliza la expresión “interpretación ambiental” cuando queremos hacer
referencia a planes educativo-ambientales no escolares orientados a población
no escolar. No obstante, en una utilización más concreta del lenguaje y acaso
más especializada, la interpretación ambiental suele referirse a las prácticas
educativo-ambientales que de dan a la sociedad en recintos de cierta
importancia ecológica o natural, por lo que con ello nos referimos a planes de
educación ciertamente formalizados o si se quiere pre-pensados que se
desarrollan en áreas naturales específicas, aprovechando el valor ecológico de
aquella área.
Desde esta perspectiva, es obvio que
la
Interpretación Ambiental se nos presente como una manera de
desarrollar educación no formal referida al ambiente, por lo que su
caracterización pedagógica será muy próxima a las propias de la Educación No Formal.
Así, pues, podemos descubrir como
rasgos típicos de la Interpretación Ambiental los siguientes:
-
Se desarrolla en ámbitos no ordenados
específicamente para la actividad educativa. En nuestro caso concreto en los
parques naturales y en las Áreas Especiales Interés ambientalistas o
conservacionista.
-
La audiencia y participación en este
tipo de experiencias es totalmente voluntaria.
-
Los contenidos sólo se pueden secuenciar
en brevísimos periodos de tiempo
-
Las prácticas en la I.A. son pedagógicamente muy
suaves ya que exclusivamente se basan en métodos estrictamente
expositivo-informativos.
-
Se persigue un cambio en el
comportamiento, en la actitud, antes que desarrollar capacidades.
Creemos, no obstante, que a pesar de
la especificad pedagógica de la Interpretación Ambiental ,
que ello no es impedimento para que la práctica de la misma, de la I.A. (Información Ambiental).
tenga que alejarse de los principios básicos de cualquier Pedagogía Ambiental,
ya que, en todo caso, es una forma específica, muy particularista si se quiere,
de realizar Pedagogía Ambiental por lo que consideramos debe poseer las mismas
orientaciones que ya definimos como propias de la Pedagogía Ambiental ,
a saber.
-
Debe proporcionar a todas las personas la
posibilidad de adquirir conocimientos, sentido de los valores, actitudes, el
interés activo, y las aptitudes necesarias para proteger y mejorar el medio
ambiente.
-
Las prácticas de la educación ambiental
deben fundamentarse en la consideración de un medio ambiente total: es decir,
hay que tener en cuenta todos los elementos, tanto los naturales como los
creados por el hombre.
-
La escuela debe jugar un papel
determinante en la consecuación de los objetivos de la educación ambiental.
-
La educación ambiental no debe limitarse
a la edad escolar sino que debe constituir un proceso continuado y permanente.
Los
objetivos de un programa de I.A.:
1. Ayudar
a los visitantes a que comprendan y aprecien el área visitada: es decir, ayudar
a conocer todo aquello que confiere una importancia particular al lugar
visitado con la pretensión de que así se contribuye a que las personas conozca
la significación, interrelaciones y valores del patrimonio natural y cultural.
2. Apoyar
el programa de gestión del área que es objetivo de visita. Este apoyo se
concreta básicamente, orientando la conducta de los visitantes con la
pretensión de minimizar el impacto humano sobre la zona. En definitiva, se
enseña a preservar preservando la zona que es a su vez el objeto de
conocimientos de la visita.
Los objetivos más concretos que
deben presidir una acción pedagógica en estos lugares, lugares que, como el
lector bien puede intuir, son típico objeto de visita familiar, principalmente,
los fines de semana, para cubrir algunas horas de ocio o de tiempo libre.
Básicamente se trataría de:
-
Dar a conocer la temática del área. En
definitiva, el por qué de su importancia y, consecuentemente, los motivos de su
necesaria conversación
-
Suscitar el interés de los visitantes
por los aspectos centrales de la zona y, en extensión, por la conservación del
medio.
-
Dar a conocer el desarrollo histórico y
la gestión que se está realizado en la zona. Cuando se valoró aquella área,
como se inició el proceso para su conservación, las vicisitudes y problemas que
se tuvieron que superar, la importancia de los movimientos ciudadanos en pro de
la zona si los hubo, la presión social…etc., así, como lo que se está haciendo
en ella para mejorar el medio y ayudar a su protección.
-
Dar a conocer los cambios que a nivel de
flora y fauna se producen en las diversas estaciones del año
-
Hacer respetar las normas del
parque/zona
-
Suscitar el interés y la atención por la
problemática ambiental
-
Dar a conocer las actividades de
asociaciones proteccionistas o ambientalistas de la región suscitando el
interés del visitante para que las conozca y pueda así colaborar con ellas.
El
análisis evaluativo, por su parte, debe realizarse en relación a:
-
Objetivos organizativos que se hayan
marcado en el momento de la implementación
-
Todos los medios puestos a disposición
del programa.
Entre las técnicas a usar se
aconsejan la observación controlada y la encuesta o cuestionario anónimo.
Obviamente, a nivel escolar, es aconsejable y conveniente que la visita se
integre como una actividad más dentro de la unidad temática objeto de estudio,
por lo que su evaluación debe formar parte de la evaluación general del tema
posibilitado de la visita a la zona protegida.
Los
programas de prevención ambiental deben seguir una política ambiental adecuada,
debe estar fundado en los principios de cautela y acción preventiva antes que
en medidas dirigidas a la corrección de los efectos producidos por cualquier
acción, una vez se hayan producido. En esta línea, los procedimientos de
prevención ambiental de proyectos, planes y programas, así como aquellos
dirigidos a actividades (actuaciones) específicas, son una herramienta
fundamental para evaluar las posibles repercusiones, sobre el medio ambiente,
de las acciones que contemplan. La aprobación de la Ley 7/1994, de 18 de mayo, de
Protección Ambiental supuso para la Comunidad Autónoma
de Andalucía la adopción de una normativa completa en relación con el control
ambiental de aquellas actuaciones que previsiblemente podían tener unas
repercusiones negativas sobre el medio ambiente.
Los tres procedimientos de
prevención ambiental establecidos por la citada Ley eran:
-
El procedimiento de Evaluación de
Impacto Ambiental (E.I.A.).
-
El procedimiento de Informe Ambiental
(I.A.).
-
El procedimiento de Calificación
Ambiental (C.A.).
Es
fundamental que la comunidad participe activamente en esta etapa del proceso, supuesto que la efectividad de estos programas
depende de la ejecución de los miembros de la comunidad, y deben contar con el
apoyo de los programas del gobierno local. En aquellos sitios donde son
necesarios programas de largo plazo para aminorar los riesgos por exposición a
este metal, es necesario contar con un programa amplio que valore los riesgos
tanto de corto como de largo plazo. Este tipo de programas son los idóneos en
aquellos sitios donde es imposible eliminar totalmente esta contaminación y
donde es necesario un manejo a largo plazo para evitar una contaminación
posterior debida a los medios ya contaminados. Los elementos fundamentales de
un programa efectivo se caracterizan por incluir estrategias para:
-
Reducir la exposición a los
medios ambientalmente contaminados
-
Educar de manera amplia a la comunidad respecto del riesgo que representa el plomo
-
Proporcionar servicios de intervención en materia de salud a las poblaciones potencialmente expuestas
-
Desarrollar una infraestructura comunitaria para proporcionar un apoyo a largo plazo a través de
los elementos de programas de intervención ambiental
-
Llevar a cabo monitoreos para evaluar la efectividad del programa, y modificarlo en caso necesario.
3.1 Descripción del contexto de
intervención:
El pueblo
en el que se encuentra el centro de juventud está situado en Castilleja de
Guzmán. Este ppueblo,
limita por el norte y oeste con el término municipal de Valencina de la Concepción , y por el
sur y este con el término municipal de Camas. La superficie del término es de 2
km2, con una altitud de 313 m ,
latitud de 37º 24', longitud de 6º 03'. La distancia con la capital es de 6 Km , pertenece a la comarca
del “Aljarafe” y el número de habitantes actual es de 2.711 (1.390 hombres,
1.321 mujeres).
Se encuentra situado sobre una de las lomas más elevadas de los
contornos de Sevilla, y a la vista de ésta, en el borde del Aljarafe, dominando
la vega del Guadalquivir. El lugar está
dividido por dos núcleos, uno del pueblo originario donde se sitúa el
ayuntamiento, iglesia, centro de salud, etc. y uno de los colegios; y el otro donde se encuentran casas y pisos, y
pequeños edificios.
Debido a su ubicación geográfica y sus excelentes condiciones
medioambientales, estas tierras fueron condicionadas desde la antigüedad. Los
dólmenes aparecidos en su término son testigos del precoz poblamiento de sus
campos, así como numerosos enterramientos desperdigados por las inmediaciones.
Castilleja de Alcántara, que así se llamaba, era ya un ayuntamiento
con 1.500 habitantes según pruebas documentales, si bien es cierto que bajo la
jurisdicción de los Guzmanes había cambiado el complemento de nombre, para
quedar, tal y como en la actualidad. Con respecto a las infraestructuras
y servicios de la zona, a través de los cuestionarios realizados, podemos
observar que el número de infraestructuras y servicios son las siguientes:
[1] Muñoz Rodríguez, M. (2007). La pedagogía de los espacios como discurso
de la educación ambiental. Bordón, 59 (4), 641-657.
[2] Información obtenida en web:
http://www.zonacatastrofica.com/nuevas-consecuencias-de-la-contaminacion.html
[3] Oficina de Publicaciones
Oficiales de las Comunidades Europeas (2006). El cambio climático: ¿qué es?
Introducción para jóvenes, p. 20. Luxemburgo.
[4] Ministerio de medio ambiente
(1999).Libro blanco de la educación
ambiental en España. P.28. Madrid.
[5] Información obtenida de la web:
http://ofdp_rd.tripod.com/ambiente/docs/belgrado.html
[6] Antón, B. Educación ambientales
(1998). Conservar la naturaleza y mejorar
el medio ambiente. Escuela Española. pp. 51-56. Madrid.
[7] Sureda, J., Colom, A. (1989). Pedagogía ambienta. pp. 219-227.
Editorial CEAC, S.A. Barcelona.
[8] Información
obtenida de la Web :
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/aplica/medioambiente/site/web/menuitem.48ed6f0384107256b935619561525ea0/?vgnextoid=5bd8185968f04010VgnVCM1000001625e50aRCRD
[9] Ceto, N. (2003).Intervención ambiental en
sitios contaminados por plomo: la
experiencia en los Estados Unidos de América. p.233. Estados Unidos de América.
[10] Información obtenida de la Web : http://www.castillejadeguzman.es
SI QUIERES EL
DOCUMENTO COMPLETO, PÍDAMELO ENVIANDO FORMULARIO PINCHANDO AQUI:
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